Wednesday, April 8, 2009

La No-violencia

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La No-violencia


Sostuve una simpática charla en línea con uno de los blogger tras la creación de mi blog titulado, “Libre Interpretación: Una investigación de los antecedentes de la venganza, la violencia y la no-violencia”.

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Hablábamos sobre la interpretación libre y su relación con la no-violencia. Y como es habitual, cada vez que se habla sobre la no-violencia, el tema de Hitler y los nazis casi siempre sale a colación. Incluso solo con ánimo de discutir por discutir, la gente siempre pregunta cómo se podría haber ocupado la no-violencia contra Hitler y los nazis. Dice que la no-violencia nunca podría haber ganado la guerra contra una persona como Hitler, que la no-violencia jamás podría haber detenido a los nazis.

En todo caso, le dije que la no-violencia no intenta detener a Hitler ni a gente de su calaña. La no-violencia intenta detener la violencia. Proseguí diciendo que, por supuesto que las Fuerzas aliadas ganaron la guerra y pararon a Hitler y los nazis, pero ciertamente los Aliados no pararon la violencia. Tienes que estar de acuerdo conmigo que claramente la violencia aún está con nosotros.

Concluí diciendo que la no-violencia no trata solo de ir en contra de los horrores de la guerra; no solo de ir en contra de todas las formas de la discriminación; no trata solo de ir en contra de todas las formas de la violencia. Trata más de trabajar a favor de la paz y de hacer un aporte en dirección de la paz. Se trata más bien de llevar la paz dentro de ti y llevarla a los demás. Se trata más bien de reconciliarte contigo mismo y de reconciliarte con los otros. De sentir lo humano en ti y sentirlo en el otro. Se trata de humanizarte a ti mismo; humanizar al otro.

Finalmente, dije, que la no-violencia trata de liberarte a ti mismo cuando tratas a los demás como quieres que te traten a ti.

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Pero ¿qué es la violencia en realidad? ¿Y qué de “la supervivencia de los más aptos” – como algunos quisieran hacernos creer. Él seguía haciendo preguntas.

Así es que respondí que la cosa no es así en absoluto. Por cierto, a veces es como una “jungla” ahí afuera, pero las personas no son como animales en la jungla. No, porque la gente tiene libre albedrío –la gente tiene intenciones. Y en esto recae la principal diferencia entre los humanos y el resto de los seres vivos en este planeta. Los humanos tenemos intencionalidad; tenemos la libertad de elegir. Cada persona, cada grupo humano posee intencionalidad. Y a menudo es allí donde surgen los conflictos: cuando la gente elige imponer su intencionalidad sobre los otros.

Cuando impongo alguna cosa sobre alguien, estoy en realidad eligiendo para él. Estoy en consecuencia negando su libertad fundamental, su libertad de elegir. Pudiera tratarse de algo tan básico e inocente como la censura, como por ejemplo impedirle a alguien que exprese lo que piensa o que diga su opinión; o de algo tan extremo como decidir el momento de su muerte (el asesinato), que es el caso extremo de parar la intencionalidad del otro (o sea, su intención de conservar la propia vida y seguir viviendo).

La violencia, por lo tanto, es la apropiación de la elección del otro o de su intencionalidad. Dicho de otro modo: la violencia es la imposición de la intencionalidad propia sobre la intencionalidad ajena, del otro.

Puedo decir, entonces, que mientras uno no imponga sus creencias, su fe, su dios, su opción, su intencionalidad –especialmente, su estupidez—sobre el otro, luego uno puede hacer lo que quiera.

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Y ¿qué de la no-violencia? ¿Qué es, exactamente?

Yo respondí que en realidad no es nada tan complicada.



Si sabemos lo que es la violencia, luego la no-violencia es la no-tolerancia de la violencia. En realidad, podemos decir que la tolerancia de la violencia es la violencia.

Si el ser humano es intencionalidad, y la violencia es ir contra esa intencionalidad, luego la no-violencia es aportar al mejoramiento de aquella intencionalidad. Para decirlo de modo más sencillos, si la transformación del ser humano está siendo obstaculizada por el dolor y el sufrimiento, y su proyecto básico es la superación de ese dolor, de ese sufrimiento, entonces ayudarlo a aliviar su dolor, su sufrimiento, es la no-violencia.

Ayudarlo en su transformación es entonces el mayor acto no-violento que uno pudiese hacer por el otro –¡la más válida de todas las acciones!

¡Es el proyecto por excelencia de la vida!

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• En otras palabras, humanizer es actuar con no-violencia.

• El acto no-violento más importante es: humanizar al otro.

• Humanizar al otro es humanizar al mundo.

• Humanizar la tierra es humanizarte a ti mismo.

• Ayudar al otro en su transformación es el autotransformación.

• Si tomas esto como tu realidad, como tu misión, entonces nada podrá impedirte de lograr tu destino, y habrás abierto el futuro del otro, su propio destino.

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